Mi familia del DF

Hace una semana estaba en el Df, esa ciudad tan llena de todo, gente, ratas, productos, fayuca (piratería), gritos, y TODO! Pero antes de hablarte un poco de este lago convertido en metrópoli quisiera platicarte sobre la familia de mi amigo Julio Rangel.
Muchas veces conocemos gente de otros lados y los tenemos en redes sociales pero no les hablamos demasiado hasta que la necesidad nos lleva a sus lares, a Julio lo conocí en una fiesta del Movimiento de juventudes cristianas aqui en el desierto (Chihuahua) e hicimos buenas migas, después nos vimos rápidamente en Silao Guanajuato en el cerro del Cubilete con motivo de la peregrinación anual de los jóvenes a Cristo Rey pero ya, era mi conocido chilango buena onda jajajajaja.
Cuando le dije que iba a andar por el centro del país me dijo vente a mi casa acá salimos a pasearnos chido y así fue.
Llegué a casa de Jules y nos recibió su hermana Azucena con un desayuno de 3 tiempos delicioso y muy típico, andaba con mi hermano de otra madre Fer Rojas y a los dos nos trato como primos lejanos, primero nos llevo a Teotihuacan y en la noche con su novia a un restaurant de montados que esta en la Insurgentes.
Al día siguiente nos anduvo paseando por las zonas más emblemáticas del Disturbio Federal como si fuera nuestro guía, nos llevo al monumento a Juarez, a Reforma, a la Zona Rosa (si y que?), al Ángel, a Reforma y a un chorro de lugares. Su mamá siempre preocupada por nosotros nos consentía con mil antojitos y comidas exquisitas y muy bien preparadas.
Para conocer a este amigo de casi hola y adios y ser recibidos en su casa como familiares fue wooow!
En verdad me encanta saber que hay mucha gente noble y buena que no le importa si se quita el pan de la boca con tal de tener a sus amigos felices, así me sentí en casa de Julio.
Dure unos 5 días con mi familia Defeña y en verdad les agradezco su generosa hospitalidad. Cuando me fui (Rojas ya había partido antes) la mamá de Julio nos despidió con un riquísimo mole y hasta me hizo unas tortas para el viaje, se siente muy padre que te quieran solo porque sí.
El DF es un caso aparte, en el mercado Sonora aprendes a sorprenderte, había jaulas llenisimas a más no poder de todo tipo de animales, palomas, gallos, perros hasta chivos, aves exóticas.
También me impresiono mucho los pasillos donde los magos, brujos y chamanes se surten de sus supersticiosos artefactos, un pasillo lleno de reliquias de la santa muerte (el diablo disfrazado no se hagan) y muchas señoras que decían pasale huerito a que te hagamos la limpia, el amarre pa la novia, el amanzaguapos, entre otras cosas.
En la Merced encuentras pasillos llenos de todo lo que busques, dulces, ropa, flores, comidas, electronica.
El DF está lleno de gente, sale de abajo de las alcantarillas, esta en el cielo, en las bibliotecas (hasta eso), en los cines, en los teibols, en la Sullivan, en todos lados.
# En la basílica de la Señora de Guadalupe fue OTRO ROLLO, sentí una paz y una energía divina que me hizo llorar como niño sin alguna razon, me confesé e hice una oración bien rica, como en otros lados no se puede, es impresionante como México ha sido elegido por la madre de Dios para ser un instrumento elegido de la paz y de la nueva evangelización, acá vivimos margenes muy gruesos entre superstición y religión, entre ricos y pobres, entre guapos y feos jaja en fin.
Si quieres conocer un lugar atiborrado de cosas locas no te puedes perder este mágico espectáculo que se ofrece sin cobrar a todo aquel que pisa tierra chilanga.